sábado, 16 de febrero de 2008

El Tata Dios y el Tte Cnl Juan Lucio Somoza

LA REBELIÓN DEL TATA DIOS O LA NOCHE DE LOS FACONES LARGOS


Ahora se habla de la globalizaciòn y de la aldea global debido a la instantaneidad de las comunicaciones, esto será mas rápido pero no es algo nuevo, le costò la vida a unos cuantos en El Tandìl del año 1872, que en esos tiempos aún era la frontera con el indio.

Con el auge de la revoluciòn industrial, los telares a vapor de Manchester comenzaron a necesitar mas lana ovina, la demanda hizo subir los precios del vellòn y muchos ganaderos vieron que era mas negocio tener majadas de ovinos que criar vacunos. A la oveja se la esquila una vez al año y el animal sigue vivo, pero para su cuidado hace falta una mano de obra especializada, la del pastor que trabaja de a piè, que sabe esquilarla, detectar los brotes de sarna, buscar que se apareén, etc., pero es quien, junto con el alambrado, reemplaza al gaucho de a caballo. Quienes mas experiencia pastoril tenían, eran los vascos, los escoceses y los irlandeses, por lo tanto surgen aquí buenas oportunidades de trabajo para estos, pero la contracara es el resentimiento de los desplazados.

El 4 de abril de 1823 se había fundado en Fuerte de la Independencia, un puesto de avanzada que marcaba la frontera con el indio y que años mas tarde terminará siendo el pueblo de El Tandìl. A medida que que los malones dejaron de atacar se fueron vendiendo las tierras aledañas, y llegò a ser el principal terrateniente don Ramón Santamarina, un humilde inmigrante español, quien trabajó como mozo en un hotel, luego como conductor de una carreta, mas tarde hacía transportes en la suya propia, instala una de las primeras almacenes en El Tandíl y finalmente compra tierras en la zona, año tras año agrega mas hectáreas a su propiedad, un auténtico "self made man" y fue el introductor de la cría de lanares en la zona.

Por noviembre de 1871 llega a la zona un obscuro personaje Gerónimo de Solané, de quien muy poco se sabe, algunos dicen que era entrerriano jordanista o quizás santiagueño, otros que venía de Bolivia, pero lo precedìa su fama de santòn. De lo que hay certezas que habìa estado encarcelado en El Azul y que venìa huyendo de Tapalquén. Era un curandero iletrado, probablemente lo que en el campo llaman un "guesero", que tendrìa cierta habilidad manual para acomodar los huesos de los animales y mas tarde lo aplicó en las personas.

Seguramente habrìa tenido buenos resultados en el alivio de los dolores en una zona donde no había médicos, y su fama se acrecienta a tal punto que los lugareños lo apodan "Tata Diós" y algunos "el adivino", Solané tenía un ayudante, Jacinto Pérez, a quien los pobladores bautizan "San Francisco".

La admiraciòn inicial de los paisanos se convierte rápidamente en devoción, su predicamento es enorme y comienza a hacer reuniones donde es el único orador, era un xenófobo, el eje de sus alocuciones se centraba en como habìan sido desplazados los gauchos por los recién llegados, culpaba principalmente a los vascos y a los masones, de estos ùltimos decía que su falta de religiosidad los acercaba al demonio.

La última semana de diciembre de 1871, "San Francisco" sale a convocar invitados para una reuniòn que se celebraría el 31 de diciembre, donde "Tata Dios" tendrìa importantes declaraciones para sus seguidores. A la reuniòn llega medio centenar de seguidores, algunos de ellos acompañados con sus mujeres e hijos. Luego de comer y beber en abundancia, Solané hace un discurso donde dice que esa noche sería el fin del mundo, a menos que se mataran a todos los extranjeros y masones, pero no debían ser eliminados "los hijos del paìs". Reparte cintas de color punzó para que las pusieran en los sombreros, y de esta manera poder identificarse, ya que muchos no se conocían entre si..

Los conjurados salen al centro de la ciudad y toman el pequeño cuartel de la Guardia Nacional que estaba custodiado por un único efectivo, liberan a un detenido a quien incorporan a sus filas, y se apoderan del armamento, que se suma a las lanzas que habìan hecho con tacuaras, tijeras y cuchillos. Y allì empezó la matanza, sabìan adonde dirigirse, y en pocas horas, en distintos ataques, matan a treinta y siete extranjeros, entre ellos, mujeres y niños, en su mayorìa vascos, pero también habìa algunos escoceses e irlandeses.

La Guardia Nacional, tiene una inmediata capacidad de reacciòn, se agrupa, invocando a vecinos civiles, y en pocas horas entra en combate, matando o deteniendo a las huestes de "Tata Dios".

Entre los detenidos està "Tata Diós" quien es encerrado maniatado en un calabozo. Esa misma noche, en un hecho nunca aclarado, desde una ventana le disparan y es muerto por la espalda.

El gobierno inglés, a diferencia del español, el francés y el italiano (ya que algun tano cayó en la volteada), reacciona de inmediato y mueve toda su diplomacia e influencias para obtener un castigo ejemplificador para los culpables. Mientras tanto se enfrían las relaciones bilaterales y la corona británica desalienta a los súbditos que pensaban emigrar con este destino, cosa que molesta de sobremanera al Pte. Sarmiento, quien estaba interesado en traer colonos británicos.

El juicio se inicia rápidamente y son condenados a muerte aquellos que los testigos identifican como asesinos. Quienes participaron de la masacre pero no se les pudo probar alguna muerte, son condenados a penas de quince o mas años. Finalmente el 13 de septiembre de ese mismo año se llevan a cabo los fusilamientos.

No fue un hecho aislado de xenofobia, los inmigrantes eran mal vistos, John Lynch dice textualmente "En la mentalidad popular, los inmigrantes albergaban enfermedades además de subversión. Se los acusaba de causar epidemias y los nativos los evitaban como a la peste. La epidemia mas importante fue la de viruela entre 1861 y 1862 fue endémica en el campo; a partir de 1867 aumentaron las muertes por viruela, llegando a 3271 en 1871. Otras enfermedades como el còlera y la fiebre amarilla, tambien causaron muchas muertes, aún que sus efectos se hicieron sentir fundamentalmente en la ciudad de Buenos Aires. La epidemia de fiebre amarilla de 1871 provocó el cierre de oficinas y fábricas en toda la zona urbana y confinó a la mayoría de la población en sus hogares."

En los adjuntos podrán ver la crónica de la ejecuciòn que hace el diario La Nación el dìa 14 de septiembre.

(CARLOS SKOVGAARD)




















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